Thinx, una popular marca de ropa interior para la regla, se ha enfrentado recientemente a una demanda por la presencia de sustancias químicas nocivas en sus productos. La demanda alegaba que la ropa interior para la regla de Thinx contenía trazas de PFAS, un grupo de sustancias químicas conocidas como “sustancias químicas para siempre” debido a su persistencia en el medio ambiente y a su potencial daño para la salud humana.
La demanda fue presentada en agosto de 2020 por un grupo de consumidores que alegaban que Thinx había incurrido en publicidad engañosa y no había revelado la presencia de PFAS en sus productos. La demanda también alegaba que Thinx había infringido la Proposición 65 de California, una ley que obliga a las empresas a advertir a los consumidores de la presencia de sustancias químicas que se sabe que causan cáncer o daños reproductivos.
Thinx negó las acusaciones y afirmó que sus productos eran seguros y no contenían sustancias químicas nocivas. La empresa también señaló que los niveles de PFAS encontrados en sus productos estaban muy por debajo de los límites establecidos por organismos reguladores como la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
A pesar de las afirmaciones de Thinx, la demanda planteó dudas sobre la seguridad de la ropa interior y otros productos menstruales. Los productos menstruales, como compresas, tampones y copas menstruales, no están regulados actualmente por la FDA, lo que significa que las empresas no están obligadas a revelar los ingredientes de sus productos ni a realizar pruebas de seguridad.
Esta falta de regulación ha llevado a un mayor escrutinio de los productos menstruales en los últimos años. Un estudio publicado en 2019 descubrió que muchos productos menstruales populares contenían sustancias químicas nocivas como ftalatos y parabenos, que se han relacionado con daños reproductivos y otros problemas de salud.
La demanda contra Thinx pone de relieve la necesidad de una mayor transparencia y regulación en la industria de los productos menstruales. Los consumidores merecen saber lo que se meten en el cuerpo, y las empresas deben responder de cualquier daño causado por sus productos.
En respuesta a la demanda, Thinx anunció que reformularía sus productos para eliminar todas las PFAS y otras sustancias químicas nocivas. La empresa también se comprometió a mejorar su transparencia y proporcionar más información sobre los ingredientes de sus productos.
Aunque se trata de un paso en la dirección correcta, aún queda mucho por hacer para garantizar la seguridad de los productos menstruales. Los gobiernos y los organismos reguladores deben tomar medidas para exigir a las empresas que revelen los ingredientes de sus productos y realicen pruebas de seguridad. Los consumidores también deberían poder tomar decisiones informadas sobre los productos menstruales que utilizan, teniendo acceso a información clara y precisa.
En conclusión, la demanda contra Thinx sirve para recordar la necesidad de una mayor transparencia y regulación en el sector de los productos menstruales. Las empresas tienen la responsabilidad de garantizar la seguridad de sus productos, y los consumidores tienen derecho a saber lo que se meten en el cuerpo. Trabajando juntos, podemos crear una industria de productos menstruales más segura y transparente para todos.