En Massachusetts, si un perro lo muerde, el dueño del perro es automáticamente responsable ante usted por todos los daños y pérdidas que el perro cause. A esto se le llama responsabilidad objetiva.
Las únicas defensas disponibles para el dueño del perro es mostrar que la víctima de la mordedura del perro estaba molestando, atormentando o abusando del perro. Estas defensas suelen ser fáciles de derrotar y rara vez se levantan.